Halloween
Querido desconocido:
He de informarte de que
tengo miedo. Es más creo que nací con miedo. Me explicaré: El día tras el
parto, cuando me iban a poner en brazos de mi madre, ella no apareció. Dejó una
nota en la cama diciendo que por ella como si me tiraban a la basura. Se nota
el amor familiar.
El caso es que me atemoriza
quedarme solo, hablar con las chicas (por favor, ¿a quien no le da miedo eso?),
las ballenas me dan miedo, los unicornios, el fuego, los extintores...
Es terrorífico ir al cole
por ejemplo. Mi colegio está repleto de chicas que dibujan unicornios en las
paredes, en el laboratorio tienen mecheros y extintores por todas partes y no
hay ballenas, pero mi profe está tan gorda como una. La llamamos cariñosamente
Willy.
El caso es que se acerca la
época de Halloween y eso es malo. Yo antes era de los que se reía de todo, pero
ahora soy un cagueta. Ya le dije a mi madre que me comprara para este año
calzoncillos marrones, por si algún susto venía acompañado, pero ella me dijo
que me los comprara yo... Que depresión me ha dado.
El caso es que fui a
comprarlos y volviendo a casa, se hizo de noche. Decidí atajar por el conocido
Bosque Sombrío (todavía me pregunto por qué lo llamarán así). El caso es que al
adentrarme en el bosque descubrí algo muy interesante.
Descubrí un OVNI. Del OVNI
salieron unos bichejos asquerosos que me dijeron si me quedaba a tomar unas
birras con ellos. A ver, yo no soy experto en esto, pero si los aliens te
invitan a tomar cervezas es que obviamente quieren abducirte. Así que hice lo
que habría hecho cualquier otro cobarde en mi lugar, corrí hacia ellos y les di
una buena patada donde no se debe dar a los hombres.
Había descubierto cuál era
su punto débil, y debía aprovecharlo. Salí corriendo y al llegar a casa, llamé
a mi amigo Rodri. Sé que no es de los mejores reclutas que se puede tener, pero
era el único en el que podía confiar. Cualquiera podía ser un alien.
Cuando apareció por mi casa
me dieron ganas de abofetearlo. ¿Cómo se le ocurría venir disfrazado de E.T? El
caso fue que subimos a mi habitación y abrí mi armario. Le mostré a Rodri mi
arsenal: pistolas de paintball, espadas de juguete, globos de agua... Entonces mi
madre, que por cierto, siempre le ha caído mucho mejor Rodri que yo, apareció
en mi habitación y se quedó asombrada al ver mis armas. Yo, queriendo
impresionar a Rodri grité:
-¡Mierda!
¡Mamá, fuera de mi habitación!
Le di a Rodri una espada de
juguete y salí echando chispas de mi habitación armado con mi superpistola de
paintball.
Volvimos al bosque y nos
encontramos a los aliens donde los había dejado. Al verme corrieron hacia mí y
yo empecé a disparar. Intentaba apuntar a los... en fin, a su punto débil, pero
había muy poca luz y no conseguía darles.
Finalmente, me acabaron
rodeando y yo me di cuenta de que no eran alienígenas, sino adolescentes
haciendo botellón. Intenté salir corriendo, pero ellos, pese a estar borrachos,
eran bastante rápidos y me dieron una somanta de palos impresionante.
En fin, creo que está claro
por qué odio Halloween ¿no?
Firmado
Alguien con
calzoncillos marrones.
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