Amanecer, con el culo al aire.

Domingo, 21 de noviembre.

¡Hola completo desconocido!:

Te llamo así porque no sé a quién mandaré esta carta, en la que cuento lo que me pasó el otro día.

Pues verás, estaba yo paseando por el parque con mi perrita Barbie. Al llegar al puente del parque por el cual hay un riachuelo pasando por debajo, un gato pelirrojo y gordo nos salió al paso, y eso es muy raro, ya que los gatos no suelen pasar por los puentes porque tienen miedo al agua.

En fin, que Barbie salió corriendo detrás del gato y claro, si se me escapaba, mi “querida hermanita” me mataría.

Yo empecé a correr detrás de Barbie, y cuando la alcancé vi que estaba en los brazos de la chica más sexi que había visto en mi vida.

Me preguntó si aquella “linda” perrita era mía. Yo contesté que sí y entonces... surgió el amor, por lo menos para mí.

Ella se llamaba Rose, era alta, pero no más que yo, su pelo era rubio como el sol, sus ojos azules como el océano, sus labios estaban pintados de un rojo carmín y su nariz era perfecta, aunque... no es que me vaya fijando en la nariz de todas las chicas. Luego, del cuerpo... tenía buenas proporciones, todo hay que decirlo. También me fijé en que llevaba ropa elegante y cara.

Me dijo que era atleta, nadadora, para ser exactos, y que se preparaba para los juegos olímpicos juveniles (no me preguntéis si existe, porque no lo sé) del 2012. Le gustaba leer, correr, era rica y nadaba mucho, aunque eso ya lo habréis averiguado. También amaba la naturaleza y en ese momento pensé: “A ésta la tengo que echar el lazo”

Dimos un largo paseo por el parque, seguidos por Barbie y cuando llegamos a su casa, quiero decir, mansión de lujo, me dijo: “Esta tarde ha sido maravillosa.”

Y cuando me iba a ir, apareció un tío grandote y cachas en una moto con una chaqueta de cuero negro, como sus pantalones, unas gafas de sol, aunque estaba atardeciendo, y el pelo de punta. Se acercó a ella y la dijo: “Hola, muñeca.” La agarró por la cintura y la pegó un morreo que flipas y se fueron en la moto, dejándome a mí solo en el portal de la mansión.

¿Qué había sido de  “esta tarde ha sido maravillosa”? Tras un largo razonamiento, no era mi tipo. Tengo que dejar de embobarme con el culo de la primera adolescente que pase a mi lado.

Me despido:

Alguien al que le acaban de romper su tierno corazoncito.

P.D: Si alguna chica está interesada en mí, llamad al 444 555 666.

Planes ridículos para fugarse de la cárcel.

Estas instrucciones han sido estrictamente creadas para ladrones, chorizos, asesinos, maltratadores y personas que se sientan amenazadas en lo que es un lugar llamado cárcel donde precisamente no duermes en camas de lujo con mantas de seda, ni tienes un retrete de oro y una habitación de cuatro estrellas con un chef privado que te pregunta: “¿Qué quieres comer?”

Para fugarse de la cárcel hay que tener en cuenta tus características:

· Si eres bajito, por favor no cometas ninguna estupidez intentando escaparte por la ventana porque no llegarás. Lo mejor sería que te escondieras en el carrito de la comida cuando pasen a tu celda a la hora de comer y cuando te lleven a la cocina, te tiras por el conducto de basura y esperas a que llegue el basurero. En cuanto llegues al vertedero serás libre compañero.

Nota: Asegúrate de conseguir una pinza para la nariz antes de efectuar el plan.

· Si eres alto, tú sí puedes escaparte por la ventana pero, los otros presos notarán frío por la noche y se chivarían, así que lo mejor sería que consiguieses un disfraz de árbol y un móvil. Cuando te saquen al patio te escondes en un rincón disfrazado de árbol y llamas a una empresa de Greenpeace, antes de que te talen los policías que hay de guardia, ya que ellos intentan que la cárcel sea el lugar más horrible del mundo. El caso, Greenpeace intentará llevarte en una maceta a un bosque perdido en el mundo pero no te preocupes, que seguro que sobrevives.

· Si eres feo, por una vez te sentirás orgulloso de tu cara. Esperas a media noche, llamas a un guardia, inventándote una excusa y le das un susto que le dejará inconsciente. Le coges la llave de su cinturón y te pones su uniforme. Le encierras a él en tu celda y te vas tranquilamente por la puerta.

· Si eres guapo y consigues efectuar este plan a la perfección, te envidiaré para siempre. Deberás esperar a que alguna policía esté de guardia, atención que este es un momento crucial y si hay un fallo echarás todo el plan a perder. Debes asegurarte de que tu tupé esté bien hecho, si eres calvo, (¡Jo, macho! ¡Qué suerte tienes!) deberás asegurarte de que tu calva esté reluciente. Deberás pedirle a la chica una cita, como eres guapo dirá que sí y lo único que tienes que hacer es cuando te hayan sacado de la cárcel y estés en la ciudad tú solo es darle calabazas a la chica.

· Si eres delgado, puedes colarte entre los barrotes, ¡eso se te tendría que haber ocurrido a ti!

· Si eres fuerte, puedes hacer un boquete en la pared.

·Si eres inteligente, deberás asegurarte de conseguir una pala. Cuando la tengas podrás hacer un agujero hasta el centro de la Tierra. En cuanto los policías vean que sale lava por todos los sitios, evacuarán la prisión. Tú aprovecharás para fugarte.

· Y por último, si eres cortito, sólo podrás escaparte por la puerta y como eso es imposible, te queda una condena entera por cumplir.

Este documento lo ha escrito alguien aburrido en su celda ¡Por favor! ¡Sacadme de aquí!